Desde su aparición en la década del 60 y su comercialización en los 70, los videojuegos se han desarrollado hasta alcanzar gran popularidad. En las décadas del 80 y 90 se jugaban a través de los Arcades, grandes máquinas que habitaban las salas de videojuegos, orientadas en su mayoría a un público infantil. Hoy continúan vigentes debido a su incorporación en las diversas plataformas digitales tornándose un producto de consumo masivo e incorporando a los adultos en esta industria del entretenimiento.
Desde sus inicios, los videojuegos han generado su propio lenguaje y estética. Entornos gráficos, personajes, sonidos, interactividad y sobre todo, la definición de reglas, conforman parte de este universo digital que atrajo la atención del medio artístico. Varios artistas comenzaron a apropiarse de estas características ya sea en una postura crítica hacia los mismos o incorporándolas en su propio contexto artístico, pero sin involucrarse en la programación. Otra tendencia que se ha dado en las prácticas en torno a los videojuegos ha sido la modificación de algún elemento visual o funcional. Esta intervención requiere de un saber específico tanto en la práctica de jugar como en los aspectos técnicos y de programación.
Esta exposición en cambio, presenta videojuegos creados de forma integral. Una selección de tres juegos de Agustín Pérez Fernández, desarrollador multimedia, que tienen como fuente de inspiración artistas del siglo XX. Homenajes interactivos que se vinculan con otros lenguajes y disciplinas artísticas como la fotografía, la pintura y la música. Esta práctica donde el discurso se transmite a través del juego y cuyo objetivo tiene fines estéticos y artísticos, es denominada Art Games. Trabajos que proponen, a través de las reglas sugeridas por el artista, la experiencia de jugar.
Inspirado en el universo abstracto de Mondrian, un homenaje interactivo a uno de los más grandes artistas del siglo XX. Una combinación de puzzle de colores y juego de disparos (space shooter).
Requerimientos: ratón/teclado.
El juego plantea una interacción entre música y figuras geométricas que crecen y se mueven continuamente. El objetivo es dejarse llevar por la música como si fuese una composición sobre la cual desplazarse. Al moverse por la pantalla, la música indica que no se deben tocar los cuadrados rojos, lentificando el ritmo de Dueto de las Flores de Lakmé, ópera compuesta por el músico francés Léo Delibes. Si se consigue bailar sin tocar los cuadrados rojos, éstos se tornarán azul y aparecerán recompensas amarillas que sumaran puntos. Un abstracto juego de pasión donde la energía fluye y a medida que uno avanza, se revela El Beso, fotografía tomada en 1950 por Robert Doisneau.
Requerimientos: ratón/teclado. Extraer los contenidos del zip en una carpeta y ejecutar El Beso.exe
Este videojuego fue diseñado para interactuar entre dos personas de forma local utilizando joypads. Busca generar una experiencia competitiva entre los jugadores pero que a la vez sea placentera de mirar. El lenguaje visual está inspirada en el Op-Art y las obras del artista plástico Mac Entyre. Con sus acciones, los jugadores van creando un cuadro en movimiento.
Requerimientos: 2 Joypads. Extraer los contenidos del zip en una carpeta y ejecutar Fishes.exe
Agustín Pérez Fernandez nació en Buenos Aires, Argentina en 1984. Artista multimedia y desarrollador de videojuegos independiente, también conocido como Tembac. Estudió dirección de cine, teatro y aprendió a realizar juegos de forma autodidacta. A los 6 años tuvo su primera computadora y desde entonces le interesa explorar las posibilidades expresivas del medio. Es autor de varios videojuegos experimentales que han participado de encuentros y conferencias internacionales en materia. Le interesa difundir la idea del desarrollo independiente, libre y expresivo.